sábado, 29 de junio de 2013

¿QUIEN SOY YO?

Desde un campo de concentración.......

"¿Quién soy yo? Me dicen a menudo
que salía del encierro de mi celda
sereno, alegre, con firmeza,
cual hacendado de su rural vivienda.


¿Quién soy yo? Me dicen a menudo
cuando hablaba a mis guardianes
libre y amigable, claramente,
como si fuese yo quien diera las órdenes.


¿Quién soy yo? También me dicen
que soportaba los días de infortunio
tranquilo, sonriente, dignamente,
como acostumbrado a ganar siempre.


Pero ¿soy realmente lo que otros dicen que soy?
¿O soy solamente lo que yo mismo conozco de mí,
inquieto y anhelante y enfermo, cual pájaro enjaulado,
luchando por respirar, como si unas manos
me oprimieran la garganta,
suspirando por los colores, las flores, el canto de los pájaros, sediento de palabras cariñosas, de compañía,
moviéndome agitado, a la espera de grandes acontecimientos,
temblando impotente por amigos infinitamente alejados,
cansado y vacío al orar, al pensar, al actuar,
débil y presto a despedirme de todo?


¿Quién soy yo? ¿Éste o el otro?
¿Soy una persona un día y otra al siguiente?
¿Soy las dos al mismo tiempo? ¿Soy un hipócrita ante otros
y ante mí mismo un infortunado y despreciable cobarde?
¿O hay algo aún en mí, parecido a un ejército vencido
que huye desordenado de una victoria ya alcanzada?


¿Quién soy yo?

De mí se burlan estas solitarias preguntas mías.

Quienquiera que yo sea, tú lo sabes, oh Dios, soy tuyo."

Dietrich Bonhoeffer

viernes, 14 de junio de 2013

Jesús confío en Tí

¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?
Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor.
Cuando te entregues a mí, todo se resolverá con tranquilidad
según mis designios.

No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, 
como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. 
Cierra los ojos del alma
y dime con calma: Jesús confío en Tí.

Evita las preocupaciones angustiosas 
y los pensamientos sobre lo que
puede suceder después. 
No estropees mis planes queriéndome imponer
tus ideas. Déjame ser Dios y actuar con libertad. 
Entrégate confiadamente en mí, 
reposa en mí y deja en mis manos tu futuro.

Dime frecuentemente: Jesús confío en Tí.
Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas 
y querer resolver las cosas a tu manera. 
Cuando me dices: Jesús confío en Tí,
no seas como el paciente que le dice al médico que lo cure
pero le sugiere el modo de hacerlo. 
Déjate llevar en mis brazos divinos,
no tengas miedo, YO TE AMO.

Si crees que las cosas empeoran o se complican 
a pesar de tu oración, sigue confiando, 
cierra los ojos del alma  y confía. 
Continúa diciéndome a todas horas: Jesús confío en Tí.

Necesito las manos libres para poder obrar, 
no me ates con tus preocupaciones inútiles.

Satanás quiere agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía en Mí.

Reposa en Mí.

Entrégate en Mí.

Yo hago los milagros en la proporción de la entrega 
y de la confianza que tienes en Mí.

Así que no te preocupes, echa en mí todas tus angustias y duerme
tranquilo. Dime siempre: Jesús confío en Tí, 
y verás grandes milagros.

Te lo prometo por mi amor.

lunes, 10 de junio de 2013

DEJA LA CURIA, PEDRO

Deja la curia, Pedro,
desmantela el sinedrio y la muralla,
ordena que se cambien todas las filacterias impecables
por palabras de vida, temblorosas.


Vamos al Huerto de las bananeras,
revestidos de noche, a todo riesgo,
que allí el Maestro suda la sangre de los Pobres.


La túnica inconsútil es esta humilde carne destrozada,
el llanto de los niños sin respuesta,
la memoria bordada de los muertos anónimos.

Legión de mercenarios acosan la frontera de la aurora naciente
y el César los bendice desde su prepotencia.
 

En la pulcra jofaina Pilatos se abluciona, legalista y cobarde.

El Pueblo es sólo un «resto»,
un resto de Esperanza.
No Lo dejemos sólo entre guardias y príncipes.
 

Es hora de sudar con Su agonía,
es hora de beber el cáliz de los Pobres
y erguir la Cruz, desnuda de certezas,
y quebrantar la losa—ley y sello— del sepulcro romano,
y amanecer
de Pascua.


Diles, dinos a todos,
que siguen en vigencia indeclinable
la gruta de Belén,
las Bienaventuranzas
y el Juicio del amor dado en comida.


¡No nos conturbes más!
Como Lo amas,
ámanos,
simplemente,
de igual a igual, hermano.
 

Danos, con tus sonrisas, con tus lágrimas nuevas,
el pez de la Alegría,
el pan de la Palabra,
las rosas del rescoldo...
...la claridad del horizonte libre,
el Mar de Galilea ecuménicamente abierto al Mundo.


Pedro Casaldáliga